En ciencias computacionales, es fundamental utilizar contraseñas seguras para proteger la información y evitar accesos no autorizados. Aquí hay algunas recomendaciones para crear contraseñas seguras:

  1. Longitud: Utiliza contraseñas con al menos 8 caracteres. Cuanto más larga, mejor.
  2. Complejidad: Incluye una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos especiales.
  3. Evita información personal: Evita utilizar información personal como nombres, fechas de nacimiento o números de teléfono, ya que son fáciles de adivinar.
  4. No uses palabras del diccionario: Las contraseñas basadas en palabras comunes son más vulnerables a ataques de fuerza bruta. Intenta utilizar combinaciones de letras que no formen palabras reales.
  5. Evita patrones obvios: No utilices secuencias numéricas o patrones como “123456” o “qwerty”.
  6. Utiliza frases mnemotécnicas: Considera crear contraseñas basadas en frases o combinaciones de palabras fáciles de recordar para ti pero difíciles de adivinar para otros.
  7. Actualiza regularmente: Cambia tus contraseñas de forma periódica, al menos cada 3-6 meses.

Recuerda que es importante utilizar contraseñas únicas para cada cuenta y considerar el uso de un administrador de contraseñas para gestionar de manera segura tus contraseñas.

Las malas contraseñas en internet pueden tener varias consecuencias negativas. Aquí hay algunas de ellas:

  1. Vulnerabilidad a ataques de fuerza bruta: Las contraseñas débiles o predecibles facilitan que los atacantes utilicen programas automatizados para adivinarlas. Si tu contraseña es fácil de descifrar, tus cuentas en línea pueden ser comprometidas.
  2. Robo de identidad: Si alguien obtiene acceso a tus cuentas en línea debido a una contraseña débil, podrían robar tu identidad. Esto significa que podrían hacerse pasar por ti y realizar actividades fraudulentas en tu nombre, como realizar compras, acceder a información personal o enviar correos electrónicos engañosos a tus contactos.
  3. Pérdida de privacidad: Una contraseña débil puede permitir que otras personas accedan a tus cuentas de correo electrónico, redes sociales o servicios en línea. Esto podría resultar en la divulgación de información personal, fotografías, conversaciones privadas y otros datos confidenciales.
  4. Acceso no autorizado a dispositivos: Si usas contraseñas débiles para proteger tus dispositivos (como computadoras, teléfonos o tabletas), alguien podría obtener acceso no autorizado a ellos. Esto podría llevar al robo de datos, la instalación de software malicioso o la manipulación de tu información personal.
  5. Compromiso de cuentas bancarias: Si utilizas una contraseña débil para acceder a tu cuenta bancaria en línea, corres el riesgo de que los delincuentes cibernéticos accedan a tu dinero y realicen transacciones fraudulentas.

Para proteger tus cuentas en línea, es importante utilizar contraseñas fuertes y únicas para cada servicio, así como habilitar la autenticación de dos factores cuando esté disponible. Además, debes mantener tus contraseñas seguras y evitar compartirlas con nadie.

Agustina Quintián, Anaclara Pereyra